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Delphine Potocka (1807-1877). Condesa polaca. |
[1835]
Fidelina, mi solo y único amor:
Voy a aburrirte
una vez más con mis pensamientos acerca de la inspiración y la creatividad
pero, como advertirás, esos pensamientos están directamente relacionados
contigo.
He
reflexionado largamente acerca de la inspiración y la creatividad y, poco a
poco, creo haber descubierto la naturaleza esencial de estos dones.
A mí, la
inspiración y la creatividad me llegan solamente cuando me he abstenido de una
mujer por un período bastante largo. Cuando, con pasión, he vaciado mi fluido
en una mujer hasta haberme exprimido por completo, entonces la inspiración me
rehúye y las ideas no acuden a mi mente. ¡Considera cuán extraño y maravilloso
es que las mismas fuerzas que concurren para fertilizar a una mujer y crear a
un ser humano tengan también que concurrir para crear una obra de arte! Y
todavía el hombre desperdicia este fluido fecundante por un momento de éxtasis.
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Frédéric Chopin en 1838, tela de Eugéne Delacroix, amigo del músico polaco. |
Lo mismo sucede
con los eruditos que se consagran a las investigaciones científicas o con los
hombres que realizan descubrimientos. La fórmula es aparentemente simple: sea
cual sea su disciplina, el creador debe abjurar de las mujeres; de modo que las fuerzas de su cuerpo
se acumulen en su cerebro en forma de inspiración, y así pueda dar vida a una
obra de arte pura.
Piénsalo bien,
¡la tentación y el deseo sexuales pueden convertirse en inspiración! Por
supuesto, hablo tan sólo para aquellos que poseen habilidad o talento. Un
idiota, viviendo sin mujeres, sencillamente se volvería loco a causa de la
frustración. No puede crear nada digno de Dios ni de los hombres.
Delphine Potocka |
Por otro lado,
el amor no correspondido y la pasión insatisfecha, agudizada por la imagen de
la amada y acompañada de una insoportable frustración pueden contribuir a la
creatividad. He observado el fenómeno en Norwid.
¿Qué pasa
entonces con Mozart? No lo sé, pero creo que su mujer se convirtió en un plato
ordinario para él, su amor y su pasión se enfriaron, y por eso fue capaz de
componer tal cantidad. Nunca he oído de ningún asunto amoroso en la vida de
Mozart.
Dulcísima
Fidelina, ¡qué cantidad de ese precioso fluido, cuántas fuerzas he malgastado
contigo! ¡No te he dado ningún hijo y Dios sabe cuántas inspiraciones
excelentes, cuántas ideas musicales se han perdido!
¡¡ Operam et
oleunsa perdidi «He desperdiciado el trabajo y el esfuerzo»!! Quién sabe las
baladas, las polcas, tal vez un concierto entero, que han sido engullidas para
siempre por tu re bemol mayor (su código para referirse al órgano sexual
femenino, posiblemente porque el re bemol es una tecla negra que se encuentra
entre dos blancas, do y re). No puedo imaginar lo que podría haber sido, ya que
no he compuesto nada durante un tiempo tan largo, inmerso como estaba en ti y
en el amor. Obras que podrían haber visto la luz, se ahogaban en tu pequeño y
dulce re bemol mayor, ¡o sea que estás repleta de música y fecundada con mis
composiciones!
El tiempo
vuela, la vida sigue corriendo, nadie puede volver a atrapar los momentos
perdidos. ¡Con razón los santos llamaban a la mujer la puerta del infierno!
No, no, retiro
está última frase. Me como mis palabras. No borraré lo que acabo de escribir
porque si lo hiciera me importunarías hasta que te dijera qué palabras borré. Y
no tengo tiempo para escribir otra carta.
Para mí tú eres
la puerta al paraíso. Por ti renunciaría a la fama, la creatividad, a todo.
Fidelina, Fidelina; te extraño intensa y aterradoramente.
Tiemblo como si
las hormigas corrieran de mi espinazo a mi cabeza. Cuando por fin llegues en tu
diligencia me pegaré a ti de modo que en una semana serás incapaz de arrancarme
de tu pequeño re bemol mayor, y al diablo con la inspiración y las ideas.
Dejemos que mi composición se pierda para siempre en la oscuridad.
Ah, se me ha
ocurrido un nuevo nombre musical para el pequeño re bemol mayor. Podríamos
llamarle tácet (expresado en notación musical por –). Te lo explico: ¿acaso no
es una pausa, un agujero, en mitad de la melodía? Entonces esa palabra es un
término musical bastante apropiado para
el pequeño re bemol mayor.
Hoffman acaba
de llegar y arrojó al viento la posibilidad de escribir una carta. Los alumnos
también llegarán pronto. Termino, pues, para que mi letra pueda salir en el
correo de hoy. Beso tu pequeño y adorado cuerpo en todas partes.
Tu más fiel
Frédéric
Tu enteramente
fiel Frédéric
Tu alumno más
aventajado, aquel que
hábilmente ha
llegado a dominar el arte de hacer el amor.
P.D.: Ayer
perdí el tiempo sin hacer nada y no eché la carta, así que le añado un poco.
Acabo de
terminar un Preludio.
[Traducción de Vicenç
Tuset]
Tomado del libro de Alberto Manguel, Breve tratado de la
pasión. Lumen.
Me es difícil creer que un hombre con tal talento sea capaz de escribir una carta así, pero no hay quien detenga las palabras que salen del corazón de un amante y mas aun si esta perdidamente enamorado. Chopin era un pianista que llama mucho mi atención ya que según lo que yo puedo interpretar de su música a pesar de su enamoramiento creo que en su corazón existía una tristeza la cual era expresada por medio de su piano, una tristeza que me transmite cada vez que escucho cada composición que diría cada nota es que me es imposible escuchar su música sin que sienta tristeza en mi corazón Atentamente Adriana Bueno
ResponderEliminarWowww, no sabía estas cosas de mi admirado Chopin. Que ser tan apasionado, ahora me agrada más.
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