CARTAS DESDE PROVENZA
LLEGADA
Vincent llegó a
Provenza para encontrar «Japón». En París, había caído bajo el encanto de las
pinturas japonesas, que tuvieron una gran influencia en sus propias pinturas, y
estaba convencido de que los brillantes colores del paisaje del Midi se
aproximarían a los de Japón. Cuando llegó, sin embargo, no encontró la Provenza
que había esperado pues el campo estaba emblanquecido por la nieve.
Cuando el tren de Vincent entró en Arlés a
mediodía del 20 de febrero de 1888, el tiempo estaba helado. Ansioso por
encontrar un lugar donde hospedarse, pasó a través de las puertas de las
murallas medievales de la ciudad vieja. Necesitaba alojamiento barato, pero
requería una habitación suficientemente grande para trabajar en ella hasta que
el tiempo mejorase. Vincent no caminó mucho, paró en el Hotel Carrel, calle
Cavalieri, 30, donde encontró una
habitación en un piso alto con vistas hacia los tejados del centro de la
ciudad.
Aunque el paisaje cubierto de nieve era
mágico, con las flores ya en capullos, el tiempo permaneció inhabitualmente
frío durante tres semanas, obligando a Vincent a trabajar en el interior. Sus
primeras pinturas de Provenza fueron hechas en el interior del hotel, pero
estaba impaciente por salir al campo, que no estaba muy lejos del centro de
Arlés y, tan pronto como la nieve se fundió, estuvo dispuesto a salir y
explorar. Su primer descubrimiento fueron los huertos, en los que quiso captar
las flores frescas sobre un cielo fuertemente azul. Trabajando impacientemente,
pues los pétalos pronto empezaron a caer, pintó catorce huertos en únicamente
un mes.
A R L É S
Arlés, una ciudad
romana en el centro de Provenza,
estaba rodeada de
huertas. Aquí, a la fuerte luz del
Midi, Vincent escapó de
las presiones de la vida parisina
para establecer su
«estudio del Sur».
Vincent van Gogh (1853-1890). Pintor holandés. Huerto en flor, Arles. Abril, 1888 |
A Theo, 21 de febrero
de 1888
MI QUERIDO THEO.
Durante el viaje pensé
en ti como mínimo tanto como en la nueva región que estaba viendo…
Y ahora empezaré por explicarte que hay
unos dos palmos de nieve por todas partes, y aún sigue cayendo más. Arlés no me
parece mayor que Breda o Mons.
Antes de llegar a Tarascón vi un magnífico
paisaje de inmensas piedras amarillas… En el pueblecito entre esas rocas había
filas de arbolitos redondeados con hojas verde oliva o de un verde grisáceo…
Pero aquí en Arlés el campo parece plano.
He visto algunas espléndidas extensiones rojas de tierra plantada con viñedos,
sobre un fondo de montañas del lila más delicado. Y los paisajes nevados, con
las cimas blancas contra un cielo tan luminoso como la nieve, eran como los
paisajes invernales que pintaban los japoneses…
Siempre tuyo, Vincent
Vincent van Gogh (1853-1890). Pintor holandés. Anciana de Arles, 1888 |
A Theo,c. 25 de febrero
de 1888
MI QUERIDO THEO,
…Mi sangre está
realmente empezando a pensar en circular, que ya es más de lo que nunca hizo
durante ese último período en París.
No podría haberlo
aguantado mucho mas…
Siempre tuyo, Vincent
Los estudios que he
hecho son –una vieja Arlesiana, un paisaje, nevado, una vista de un trozo de
acera con una charcutería…
THEO VAN GOGH 1857-1891
Theo van Gogh, 1889 |
Hermano de Vincent.
Como él, empezó trabajando como tratante de arte para Goupil. Fue trasladado a
la galería que la compañía tenía en París en 1878 y seis años más tarde fue
ascendido a director de su sucursal, en el número 19 del bulevar Montmartre.
En aquel momento ya
había empezado a ayudar económicamente a su hermano y le enviaba regularmente
sumas que le permitieran pintar.
Tomado del libro
“Cartas ilustradas. Vincent Van Gogh. Cartas desde Provenza”. Selección y
presentación de Martin Bailey.
Título original:
Letters from Provence. Publicado en ingles por Collins &Brown Limited,
Londres.
Traducción de Pilar
Vásquez.
Gracias Elizabeth. Leyendo y contemplando esto, siento una mezcla de admiración y orfandad. Nos queda su inmenso y maravilloso legado, pero, ¿se extinguieron para siempre los genios?
ResponderEliminarA veces pienso que sí, mi querido poeta. Un abrazo.
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