Frida Kahlo y el fotógrafo Nicolás Muray. |
París, 16 de febrero de 1939
Mi adorado Nick, mi
niño:
Te escribo
desde mi cama en el American hospital. Ayer fue el primer día que no tuve
fiebre y me permitieron comer un poco, por lo tanto me siento mejor. Hace dos
semanas estuve tan enferma que me trajeron aquí en ambulancia porque no podía caminar.
Debo decirte que no sé dónde ni cómo cogí este colibacilo en los riñones vía
los intestinos, tenía tal inflamación y dolores que creí morirme. Tomaron muchas
radiografías de los riñones y parece que están infectados con ese colibacilo.
Ahora estoy mejor y el próximo lunes espero salir de este putrefacto hospital.
No puedo regresar al hotel porque estaría completamente sola, por eso la esposa
de Marcel Duchamp me invitó a quedarme con ella una semana hasta que me
recupere un poco.
Andre Bretón por Manuel Álvarez Bravo. |
Tu telegrama
llegó esta mañana y lloré mucho de felicidad y porque te extraño con todo mi
corazón y mi sangre. Ayer recibí tu carta, cariño mío, es tan hermosa, tan
tierna, que no tengo palabras para expresarte la alegría que sentí. Te adoro,
mi amor, créeme; nunca he querido a nadie de este modo, jamás—sólo Diego está tan
cerca de mi corazón como tú—. No le dije
una palabra a Diego sobre estas calamidades de estar enferma porque él se
preocuparía demasiado, y creo que en unos días estaré de nuevo bien, por lo
tanto no es necesario alarmarlo. ¿No estás de acuerdo?
Marcel Duchamp |
Además de esta
maldita enfermedad, he tenido la peor de las suertes desde que he llegado. En
primer lugar el asunto de la exposición es un maldito lío. Cuando llegué, los
cuadros todavía estaban en la aduana, porque ese h. de p. de Breton no se tomó
la molestia de sacarlos. Jamás recibió
las fotografías que enviaste hace muchísimo
tiempo, o por lo menos eso dice, no hizo nada en cuanto a los preparativos para la exposición, y hace mucho
que ya no tiene una galería propia. Por todo eso fui obligada a pasar días y
días esperando como una idiota hasta que conocí a Marcel Duchamp (pintor
maravilloso), el único que tiene los pies en la tierra entre este montón de
hijos de puta lunáticos y trastornados que son los surrealistas. De inmediato
sacó mis cuadros y trató de encontrar una galería. Por fin una galería llamada «Pierre
Colle» aceptó la maldita exposición. Ahora Breton quiere exhibir junto con mis
cuadros, 14 retratos del siglo XIX (mexicano), así como 32 fotografías de
Álvarez Bravo, y muchos objetos populares que compró en los mercados de México,
pura basura, ¿qué te parece? Se
supone que la galería va a estar lista el 15 de marzo. Sin embargo hay que restaurar los 14 óleos del siglo XIX y
esa maldita restauración tardará el mes entero. Tuve que prestarle 200 lanas
(dólares) para la restauración porque no tiene ni un céntimo. (Le telegrafié a
Diego describiéndole la situación, y le dije que le presté ese dinero a Breton.
Se puso furioso, pero ya está hecho y ya no puedo hacer nada al respecto).
Todavía tengo dinero para permanecer aquí hasta principios de marzo, de manera
que no me preocupo mucho.
Frida Kahlo |
Frida Kahlo por Nicolás Muray |
A la mañana
siguiente no tienen nada que comer en sus casas porque ninguno de ellos trabaja. Viven como parásitos, a costa del montón
de viejas ricas que admiran su «genio» de «artistas». Mierda y sólo mierda es
lo que son. Nunca he visto a Diego ni a ti perdiendo el tiempo con chismes
estúpidos y discusiones «intelectuales»; por eso ustedes sí son hombres de verdad y no unos cochinos
artistas. ¡Carajo! Valió la pena venir sólo para ver por qué Europa se está
pudriendo y cómo toda esta gente, que no sirve para nada, provoca el surgimiento
de los Hitler y los Mussolini. Creo que voy a odiar este lugar y a sus
habitantes por el resto de mi vida. Hay algo tan falso e irreal en ellos, que
me vuelve loca.
Espero salir
bien pronto y dispuesta de aquí. Mi boleto tiene larga duración, pero de todos
modos reservé en el «Isle de France» para el 8 de marzo. Espero poder tomar ese
barco. En todo caso no quiero permanecer aquí más allá del 15 de marzo. Me
atormenta lo de la exhibición en Londres. Me atormenta todo lo concerniente a
Breton y a este miserable lugar. Quiero regresar contigo.
Nicolás Muray |
Extraño cada
movimiento de tu ser, tu voz, tus ojos, tu hermosa boca, tu risa tan clara y
sincera. A ti. Te amo, mi Nick. Estoy
tan feliz porque te amo, por la idea de que me esperas, de que me amas.
Querido, dale
muchos besos a Mam de mi parte. Nunca la olvidaré. También besa a Aria y a Lea.
Para ti, un corazón lleno de ternura y caricias, un beso especial en tu cuello,
tu
Xóchitl
Dales mi cariño a Mary Sklar si la ves y a Ruzzy.
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