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Sergio Larraín (1931-2012). Fotógrafo chileno. |
Miércoles. Lo primero de todo es tener una máquina que a uno
le guste, la que más le guste a uno, porque se trata de estar contento con el
cuerpo, con lo que uno tiene en las manos y el instrumento es clave para el que
hace un oficio, y que sea el mínimo, lo indispensable y nada más. Segundo,
tener una ampliadora a su gusto, la más rica y simple posible (en 35 mm. la más
chica que fabrica LEITZ es la mejor, te dura para toda la vida).
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Santiago, 1957. Los abandonados. |
El juego es partir a la aventura, como un velero, soltar
velas. Ir a Valparaíso, o a Chiloé, por las calles todo el día, vagar y vagar
por partes desconocidas, y sentarse cuando uno está cansado bajo un árbol,
comprar un plátano o unos panes y así tomar un tren, ir a una parte que a uno
le tinque, y mirar, dibujar también, y mirar. Salirse del mundo conocido,
entrar en lo que nunca has visto, DEJARSE LLEVAR por el gusto, mucho ir de una
parte a otra, por donde te vaya tincando. De a poco vas encontrando cosas y te
van viniendo imágenes, como apariciones las tomas.
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Valparaíso, 1963 |
Luego que has vuelto a la casa, revelas, copias y empiezas a
mirar lo que has pescado, todos los peces, y los pones con su scotch al muro,
los copias en hojitas tamaño postal y los miras. Después empiezas a jugar con
las L, a buscar cortes, a encuadrar, y vas aprendiendo composición, geometría.
Van encuadrando perfecto con las L y amplias lo que has encuadrado y lo dejas
en la pared. Así vas mirando, para ir viendo. Cuando se te hace seguro que una
foto es mala, al canasto al tiro. La mejor las subes un poco más alto en la
pared, al final guardas las buenas y nada más (guardar lo mediocre te estanca
en lo mediocre). En el tope nada más lo que se guarda, todo lo demás se bota,
porque uno carga en la psiquis todo lo que retiene.
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Valparaíso, 1952 |
Luego haces gimnasia, te entretienes en otras cosas y no te
preocupas más. Empiezas a mirar el trabajo de otros fotógrafos y a buscar lo
bueno en todo lo que encuentres: libros, revistas, etc. y sacas lo mejor, y si
puedes recortar, sacas lo bueno y lo vas pegando en la pared al lado de lo
tuyo, y si no puedes recortar, abres el libro o las revistas en las páginas de
las cosas buenas y lo dejas abierto en exposición. Luego lo dejas semanas,
meses, mientras te dé, uno se demora mucho en ver, pero poco a poco se te va
entregando el secreto y vas viendo lo que es bueno y la profundidad de cada
cosa.
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Villa de los Horcones. 1957 |
Sigues viviendo tranquilo, dibujas un poco, sales a pasear y
nunca fuerces la salida a tomar fotos, por que se pierde la poesía, la vida que
ello tiene se enferma, es como forzar el amor o la amistad, no se puede. Cuando
te vuelva a nacer, puede partir en otro viaje, otro vagabundeo: a Puerto
Aguirre, puedes bajar el Baker a caballo hasta los ventisqueros desde Aysén;
Valparaiso siempre es una maravilla, es perderse en la magia, perderse unos
días dándose vueltas por los cerros y calles y durmiendo en el saco de dormir
en algún lado en la noche, y muy metido en la realidad, como nadando bajo el
agua, que nada te distrae, nada convencional.
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Región de los Lagos, Isla de Chiloé, Chile. 1961 |
Te dejas llevar por las
alpargatas lentito, como si estuvieras curado por el gusto de mirar,
canturreando, y lo que vaya apareciendo lo vas fotografiando ya con más
cuidado, algo has aprendido a componer y recortar, ya lo haces con la máquina,
y así se sigue, se llena de peces la carreta y vuelves a casa. Aprendes foco,
diafragma, primer plano, saturación, velocidad, etc. aprendes a jugar con la
máquina y sus posibilidades, y vas juntando poesía (lo tuyo y lo de otros),
toma todo lo bueno que encuentres, bueno de los otros. Hazte una colección de
cosas óptimas, un museíto en una carpeta.
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Inglaterra, 1959 |
Sigue lo que es tu gusto y nada más. No le creas más que a
tu gusto, tú eres la vida y la vida es la que se escoge. Lo que no te guste a
ti, no lo veas, no sirve. Tú eres el único criterio, pero ve de todos los
demás. Vas aprendiendo, cuando tengas una foto realmente buena, las amplias,
haces una pequeña exposición o un librito, lo mandas a empastar y con eso vas
estableciendo un piso, al mostrarla te ubicas de lo que son, según lo veas
frente a los demás, ahí lo sientes.
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Sur de Chile, 1957 |
Hacer una exposición es dar algo, como dar
de comer, es bueno para los demás que se les muestre algo hecho con trabajo y
gusto. No es lucirse uno, hace bien, es sano para todos y a ti te hace bien
porque te va chequeando.
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Santiago, 1957 |
Bueno, con esto tienes para comenzar. Es mucho vagabundeo,
estar sentado debajo de un árbol en cualquier parte. Es un andar solo por el
universo. Uno nuevamente empieza a mirar, el mundo convencional te pone un
biombo, hay que salir de él durante el período de fotografía.
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Valparaíso, 1963 |
Sergio Larraín, 1982.
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Sergio Larraín (1960). |
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Sergio Larraín |
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Sergio Larraín por Luis Poirot. |
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