Oscar Wilde y Alfred Douglas |
Mi querido niño,
Tu soneto es un encanto
y es una maravilla que esos labios de rosa que tienes estén hechos para la
música de la poesía no menos que para la locura de los besos. Tu sutil alma
dorada camina entre la pasión y la poesía. Sé que Jacinto, a quien Apolo amó
tan locamente, eras tú en tiempos de los griegos. ¿Por qué estás solo en
Londres, y cuándo vas para Salisbury? Ve y refresca tus manos en la penumbra
gris del gótico, y ven aquí cuando quieras. Es un lugar encantador, sólo le
faltas tú, pero primero ve a Salisbury. Siempre con inmortal amor,
Tuyo,
OSCAR
[Traducción de Vicenc Tuset]
Gracias por publicarlo. :)
ResponderEliminarPensar en su amor, me trasmite miedo, al mismo tiempo valentía. Ay Wilde :/
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